domingo, 11 de septiembre de 2011

Día Nacional de la Biodiversidad

Pese a la influencia de los medios para jalonar internacionalmente el lamentable episodio del 11-S, extendemos la socialización de la responsabilidad inherente en la fecha de calendario ambiental que hoy nos alberga y del cual es de pertenencia territorial. Colombia celebra hoy 11 de septiembre el Día Nacional de la Biodiversidad.

La certeza que los límites del planeta por la intervención humana ha llegado a todos sus rincones, ha impulsado la sostenibilidad como paradigma del aprovechamiento del mundo natural para los procesos de desarrollo. Este concepto se visibiliza en un momento que intereses económicos y ambientales se disputan terrenos paralelos o relaciones de poder sobre la naturaleza.

El sector corporativo mundial ha indicado que la superficie ocupada por los bosques tropicales se redujo alrededor del 5% por década. América del Sur y África siguen teniendo la pérdida neta de bosque más elevada que ha sobrellevado la pérdica de los componentes principales de la biodiversidad: genes, especies y ecosistemas. Las cinco presiones principales que impulsan directamente su pérdida son: el cambio de hábitats, sobreexplotación, contaminación, las especies exóticas invasoras y el cambio climático.

En el plano nacional, este tema de prioritario posicionamiento en la agenda política se vislumbra conociendo que una de cada diez especies de fauna y flora que habita en el planeta habita en Colombia. El número de ecosistemas, especies y endemismo de ellas hace impostergable el establecimiento de planteamientos transversales y sin nudos contradictorios entre las Políticas Agropecuarias y las Ambientales.

El galopante avance de la frontera agropecuaria requiere soluciones más allá de acoger los temas de conservación de la selva limitados a la ampliación de parques y áreas protegidas. Requerimos una convivencia distinta de la población con los ecosistemas, demandando cambios substanciales de Políticas de gobernabilidad, como en las ciencias de la sostenibilidad y la economía. De lo contrario continuaremos con lineamientos que sujetan la preocupación de la conservación al predominio del desarrollo.


De hecho, la complejidad, riqueza y diferenciación de nuestro territorio Amazónico la focaliza en el centro de proyectos de integración e intereses globales, requiriendo de sus pobladores iniciativas científicas, tecnológicas e innovación en función de la apropiación y soberanía regional sobre la base de nuestras especificidades. Dentro de las expectativas gremiales e institucionales es perentorio la reorientación de manejo y aprovechamiento de los recursos naturales, basado en la premisa que el sector pecuario está siendo afectado por la degradación de los ecosistemas y se enfrenta a la creciente competencia de otros sectores por estos mismos recursos. Fiel ejemplo de este efecto Feedback ambiental está el cambio climático y ganadería extensiva.

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